20 años de sutileza existencial, continúo el camino pateando piedras, arrancando frases de las flores. Enloquecida por el arte en todas sus formas, sigo mis pasos adelantados a mí, destino incrustado en la piel. Eres tú, Rodrigo, quien adorna con girasoles las tierras solitarias que enmarcan el camino. Mi familia son margaritas sonrientes que me cantan bajo circusntancias imposibles. Y es el Amor el que me mueve. Puro Amor... Fuego, combustible, comburente de las fogatas que cada día se encienden en mi corazón.
Nuevo día... Ha estado tranquilo. Los autos pasan, como siempre, junto a mi ventana, cuatro pisos más abajo, anunciando que el día sigue su curso. Y lo espero, mientras escribo mis sentimientos en 33 hojas que ya he llenado con cariño. Sólo deseo que resulte y que quien lo lea sienta que algo positivo quedó dentro de su alma. El tiempo es el factor que me impacienta, pero hay que darle tiempo al tiempo y terminarlo como debe ser. Quiero que cada detalle sea perfecto. Quiero leerlo y por fin decir: "Sí, está acabado." Quiero tenerlo en mis manos y sentirme orgullosa de mi logro. Hoy, después de trabajar en él, me permito querer con todas mis ganas e imaginar esa futura realidad.
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