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Amor y Destino
Siento fuertes 'latigazos' en el pecho, no obstante, son como caricias si considero con qué se relacionan. Son rayos de amor, de ternura y suavidad. Los describo como latigazos, ya que la potencia que tienen sobre mí es inmensa y dejan huellas que difícilmente pueden borrarse.
Mi madre... mi novio... mis seres queridos. Si algo les ocurriera no sé qué haría y detenerme a pensar en los minutos de su existencia es duro a veces. Lo que deseo es que cada segundo de su día sea grato, deseo verlos soneír, deseo que sean felices, pero, aunque a veces lo quiera (a pesar de todas las responsabilidades que eso conllevaría), no puedo hacer que eso dependa de mí en un 100%. Claro, puedo hacerlos reír y darles gratos momentos y de verdad hago todo lo posible por cumplir esta tarea las 24 horas del día, sin embargo, yo no soy quien tiene la última palabra.
Lo único que puedo hacer es seguir amándolos como lo hago, con cada fibra de mi ser, y agradecerles todo. Todo. Todo. Esa palabra que a veces me suena a tan poco.
Gracias, Padre.
Siento fuertes 'latigazos' en el pecho, no obstante, son como caricias si considero con qué se relacionan. Son rayos de amor, de ternura y suavidad. Los describo como latigazos, ya que la potencia que tienen sobre mí es inmensa y dejan huellas que difícilmente pueden borrarse.
Mi madre... mi novio... mis seres queridos. Si algo les ocurriera no sé qué haría y detenerme a pensar en los minutos de su existencia es duro a veces. Lo que deseo es que cada segundo de su día sea grato, deseo verlos soneír, deseo que sean felices, pero, aunque a veces lo quiera (a pesar de todas las responsabilidades que eso conllevaría), no puedo hacer que eso dependa de mí en un 100%. Claro, puedo hacerlos reír y darles gratos momentos y de verdad hago todo lo posible por cumplir esta tarea las 24 horas del día, sin embargo, yo no soy quien tiene la última palabra.
Lo único que puedo hacer es seguir amándolos como lo hago, con cada fibra de mi ser, y agradecerles todo. Todo. Todo. Esa palabra que a veces me suena a tan poco.
Gracias, Padre.
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